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Avalanch, Córdoba

Llega a España la gira de “El Secreto Tour”, y la segunda ciudad nacional a la que los asturianos desvelan su secreto es Córdoba.

Los fans más ansiosos llegan pronto a la sala M100 (pero no antes que aquellos que compraron su entrada VIP), y deben hacer cola hasta las 20:00, hora a la que se suponía que abrirían las puertas, aunque por motivos técnicos se retrasó bastante. La cola frente a la puerta de la sala se alargaba por momentos, los fans se impacientaban y mostraban su descontento al portero, hasta que, aproximadamente a las 20:30, comenzaron a dejarnos entrar.

Una vez dentro, el público esperaba para comenzar a escuchar a los teloneros. Sin embargo, aún no habían terminado las pruebas de sonido y estaban teniendo diversos problemas.

Media hora más tarde comienza a sonar “Fénix”, la canción que da nombre al nuevo disco de Daeria, los primeros teloneros de la noche, quienes se encuentran en mitad de su gira “Esto Empieza Ahora Tour”. El grupo realiza una breve muestra de su trabajo, en la que tocan seis canciones del disco; y con “Reina de Corazones” abandonan el escenario.

Entran a escena los siguientes artistas de la noche, Manhattan Rock Band, quienes se dedican a versionar grupos emblemáticos del rock. Comienza a sonar “Burn” de Deep Purple, pero cuando Manuel Escudero, vocalista del grupo, se dispone a cantar, no se escucha su voz. El público le advierte de esto, comprueba que el micrófono está encendido y continúa cantando, al parecer, sin percatarse del error. El resto de músicos continúan tocando y al cantante, llevando ya media canción avanzada, le dan el micrófono que tenía la banda anterior, con el cual por fin pudimos escuchar su voz.

La tercera canción que tocan, de Barón Rojo, dicen que siempre se la dedican al grupo, sin embargo esta noche querían dedicársela especialmente a José Antonio Manzano, que apenas cinco días antes nos había dejado. Comienzan de esta emotiva manera a cantar “Concierto Para Ellos”. Tras varias versiones más, finalizan su paso por Córdoba con la famosísima canción de Europe, “The Final Countdown”, dejando así al público entero muy animado, y más aún sabiendo que queda muy poco para disfrutar de los protagonistas de la noche. Antes de marcharse, Manuel pide disculpas por todos los problemas sucedidos.

Veinte minutos más tarde, llega por fin el momento más esperado. Avalanch sube al escenario y, para empezar fuerte, suena “El Oráculo”, haciendo cantar al público entero. A esta le sigue otro tema del nuevo disco, “Demiurgus”.

Mientras tocan el tercer tema, “El Peregrino”, se descoloca uno de los platillos de la batería y tienen que quitarlo; así, Mike Terrana debe continuar tocando sin este platillo, que lo intentan colocar al terminar la siguiente canción, “Otra Vida”, mientras Jorge Salán les da un poco de tiempo tocando un solo con su guitarra.

Aún sin ser capaces de colocar el platillo, no pueden perder el tiempo ni dejar al público con la miel en los labios, así que continúan el espectáculo, y mientras los músicos tocan, la organización continúa arreglando la batería, mientras Mike se las apaña a falta de un platillo y con varios hombres a su alrededor. La música no para, “Delirios de Grandeza”, “Pies de Barro”, “Mil Motivos”.

Por suerte para la organización, en el octavo tema, “Alborada”, sólo participan guitarra, teclado y voz, permitiendo esto que puedan colocar ese platillo que tanto se ha resistido. Tras esta emotiva balada, vuelve la fuerza del metal a la sala con “El Alquimista” y “Decepción”.

Salen lo músicos y es el momento de Mike Terrana para demostrar su magistral habilidad a la batería, con un solo de cinco minutos, tras el cual termina empapado en sudor por haber puesto toda su fuerza y energía. Al acabar, se acerca al borde del escenario y lanza sus baquetas a los fans.

No se queda atrás Jorge Salán, siendo ahora su turno para deleitarnos con su arte a las seis cuerdas.

Regresa el resto de músicos al escenario y comienzan a tocar “Baal”, la única canción en inglés que tocaron, seguida por “Alas de Cristal”.

Tras un breve descanso, Dirk Schlächter, bajista del grupo, cambia el bajo con el que había estado tocando hasta entonces, por un pequeño bajo de viaje y, no siendo menos, también tiene su momento para demostrarnos con un solo, su pericia en las cuatro cuerdas. Al terminar, da paso a su compañero Alberto Rionda, quien comienza a tocar la siguiente canción, “Alma Vieja”.

Terminan “La Flor en el Hielo” y Alberto, con una cámara en la mano para grabar al público, dice que están haciendo un concurso para ver qué ciudad canta más alto y mejor “Xana” a capella. Así, comienza el público a cantar con toda su energía, que parece ser que no fue suficiente y necesitaron una segunda oportunidad, con la cual sacaron energía de donde antes no había, para cantar mucho más alto. Al terminar el público la primera estrofa, es el turno del grupo para tocar esta canción.

También hubo en la noche un momento para Queen, en el que los músicos tocaban el ritmo de “Another One Bites The Dust” mientras Isra hacía los famosos gritos de Freddy en los que tras hacerlos él, incita al público a que los repita.

Dejando las bromas a un lado, comienzan a tocar “Lucero”, durante la cual Isra se va hasta la barra del bar de la sala para usarla de escenario mientras canta desde allí. Tras más de media canción subido a la barra, vuelve al escenario, atravesando la sala entera, entre el público, custodiado por un vigilante para evitar cualquier incidente, aunque varias personas del público no se pudieron resistir a darle un abrazo al cantante.

Se acerca el final, y el público aclama a Manu Ramil mientras este comienza a tocar “Torquemada”, y también le animaban con gran entusiasmo durante el solo de teclado.

Se despide con esta canción el grupo asturiano, dejando a sus fans llenos de energía y con una sed de metal insaciable, y terminando de manera perfecta una noche que dio numerosos fallos al principio, aunque todos se solventaron tarde o temprano.

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